circular informativa: El Gateo y sus beneficios

GATEO Y ESTIMULACIÓN VISUAL

El gateo y la visión están íntimamente relacionados.

Un gateo adecuado, sobre cuatro apoyos (rodillas y palmas de las manos) y practicado con cierta frecuencia facilita numerosos procesos de maduración visual. De hecho hay una equivalencia entre la distancia que hay desde el papel al suelo con la distancia a la que situaremos el papel y nuestra mirada a la hora de leer o escribir.

UN MOVIMIENTO QUE COMUNICA MUCHO

La conexión entre la visión y el gateo no debe extrañarnos, la visión madura correctamente gracias al movimiento, y en el caso del gateo, se produce un movimiento cruzado de mano y pierna que está demostrado facilita la conexión entre los hemisferios cerebrales, creándose nuevas y más eficientes rutas de comunicación entre los distintos estímulos.

Este “cruce de información” ayuda a que las vías sensoriales dobles, como por ejemplo los oídos o los ojos, se unifiquen a la hora de percibir la realidad. Supone el inicio de la binocularidad, que se establecerá totalmente sobre los tres años.

CIMENTANDO LAS ESCALAS DEL ENTORNO

Al gatear hay un aumento del campo visual y de la visión periférica y se desarrollan las habilidades de convergencia (cuando el bebé enfoca los dos ojos en un mismo punto cercano) y divergencia, cuando miran a lo lejos. Estas habilidades serán fundamentales más adelante, cuando el niño tenga que mirar alternativamente la pizarra y escribir en su cuaderno, facilitándole aprender con mayor concentración y menor esfuerzo, evitando posibles dificultades en la lectoescritura.

El niño aprende además a calcular la dimensión del espacio que le rodea gracias a la medida que hay desde su mano al suelo, la braza. Mira a lo lejos y se beneficia de la visión de profundidad, mira a su mano y se produce una coordinación ojo – mano básica en multitud de habilidades manipulativas y en el inicio de la lateralización (diestro, zurdo, ambidiestro, lateralidad cruzada, etc.)

MÁS ALLÁ DE LOS BENEFICIOS NEUROLÓGICOS

Los beneficios neurológicos son muchos, aun centrándonos sólo en los relacionados con la maduración visual, pero con que pensáramos en los beneficios físicos: tonifica la musculatura, mejora la elasticidad de las articulaciones, equilibra la cadera, incrementa la resistencia cardiovascular y respiratoria, estabiliza la tensión arterial y favorece los procesos digestivos y gastrointestinales…

Tendríamos ya suficientes motivos para favorecer un gateo correcto en nuestras aulas.
 

EB Chiqui La Vila